Y fumarme hasta la vida misma.

Me fumaría los problemas, los quebraderos de cabeza, las caídas, las clases coñazo, las discusiones, los suspensos, me fumaría los agobios, los atascos, las enfermedades, el plato de potaje y el de lentejas, las depresiones y sobretodo me fumaría el "pero y si..."
Me calzaría mis tacones más altos, sí, justo esos, me pintaría los labios de puro rojo porque el rojo es para las heroínas, saldría ahí fuera. le gritaría al mundo que aquí estoy yo, para fumarme todo lo malo que me venga por delante, y que por fumarme, me fumaría hasta la vida misma.

Ni polvo de estrellas somos.

Tan sólo somos títeres del puto destino y de sus putos caprichos.

Como uno solo.

Eran dos desconocidos destinados a fundirse en un mismo ser, en una sola persona.